EN BUSCA
Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. (Lucas 19:1-4) Pienso que Zaqueo era un hombre acostumbrado a conseguir lo que quería y no iba a arredrarse simplemente porque su corta estatura y la falta de cooperación de las multitudes -normal por otra parte, ya que él era un odiado recaudador de impuestos al servicio del ocupante romano- se lo impidieran. Así pues, ni corto ni perezoso, corrió adelante del camino y se subió a un árbol desde el cual nadie le podría impedir ver a Jesús. Ese era su deseo y nada ni nadie se iba a interponer en ello. Para mí Zaqueo es un ejemplo de dos cosas claras: La primera, intencionalidad en buscar a Jesús. Al Maestro hay que buscarlo. Él siempre está dispue