TESTIGO DEL SEÑOR
Hoy comienzo la lectura del libro del profeta Ezequiel. Los tres primeros capítulos hablan acerca de cómo este hombre fue llamado para ser un profeta en medio de su pueblo. La responsabilidad que Dios le da no deja de ser "interesante", le llama a llevar a cabo su tarea en medio de un pueblo que será rebelde y que no tendrá en cuenta ni su testimonio ni su mensaje de advertencia. Sin embargo, a pesar de todo, Dios le pide fidelidad en su tarea: Tú, hijo de hombre, no tengas miedo de ellos ni de lo que dicen, aunque sea como vivir entre cardos, espinas y escorpiones. No tengas miedo de sus palabras, ni de su apariencia porque son unos rebeldes. Tienes que llevarles mi mensaje, no importa que por su rebeldía no te escuchen ni cambien su conducta. (Ezequiel 2:6 y 7) Al leer estas palabras he pensado en mi propia vida y la necesidad de ser un agente de restauración en este mundo tan roto y tan fracturado sin importar si las personas son receptivas o no, soy llamado a ser fiel a D