CUARESMA, DÍA 28
Jesús les preguntó: — Y vosotros, ¿quién decís que soy?. —Mateo 16:15 Hoy, desde que me levanté, me han acechado los temores. Los percibo como nubes ne- gras en mi cabeza que producen pesadez y abatimiento. Hay días que por más que uno trate de ver el cielo despejado y contemplar el sol esas nubes persisten. Y me encuentro con esta pregunta de Jesús que me lleva a reflexionar y tratar de ir más allá de la respuesta únicamente intelectual, la que puede darse con rapidez porque uno la tiene aprendida desde los años de la escuela dominical. La pregunta me hace pensar profundamente debido a las implicaciones que tiene mi respuesta. No puedo responder que no creo que es Dios hecho ser humano para que yo pueda ser un auténtico ser humano. No puedo hacerlo porque sería falso, porque no tendría una base sobre la que sustentar mi experiencia vital. Pero al responder que sí, veo que hay otra batería de preguntas que automáticamente vienen a mi mente de parte suya. Entonces,