BUENAS LECCIONES
Entonces le invadió a Jonás un profundo malestar, se enojó... Señor te ruego que me quites la vida, porque prefiero morir a vivir. (Jonás 3:1 y 4) Hoy acabo el libro del profeta Jonás. Parece difícil encontrar tantas buenas lecciones en tan pocas páginas. Las sorprendentes palabras del profeta son pronunciadas porque Dios ha decidido perdonar a la ciudad de Nínive y no destruirla. No están producidas por un sentimiento de rabia ante la injusticia, antes al contrario, Jonás se enfada porque Dios decide perdonar. Se enfada, y lo hace de tal modo, que su reacción emocional es desproporcionada y carente de sentido, prefiere morir a tener que afrontar aquello. Dios, no se enfada con él, antes bien, de forma gentil le pregunta: ¿Piensas que haces bien en enojarte de esta manera? Todo esto me ha llevado a pensar en mis propias reacciones emocionales y ¡Cúan desproporcionadas pueden llegar a ser! Como puedo llegar a perder totalmente el control sobre mis emociones y reaccionar ante cosas, situ...