DEUTERONOMIO PARTE IV/ EL TERCER DISCURSO DE MOISÉS/ CAPÍTULO 29

Unicamente al Señor nuestro Dios conciernen las cosas ocultas; pero las cosas reveladas nos conciernen a nosotros y a nuestros hijos eternamente, para que cumplamos todos los mandamientos de esta ley. (Deuteronomio 30:28) Sin ninguna duda todos hemos dicho o, al menos, hemos oído expresiones acerca de tantas y tantas cosas que hay en la Escritura que son difíciles y complicadas de entender. También es cierto que es difícil el poder armonizar ciertas afirmaciones del Antiguo Testamento con otras que aparecen en el Nuevo. La lista de tensiones podría ser larga y detallada. Pero me gusta el matiz que que este versículo comparte, son las cosas reveladas , es decir, aquellas que nos han sido dadas a conocer, las que deberían preocuparnos y en las que deberíamos centrar nuestra atención. La ley, afirma el prólogo del evangelio de Juan -todo lo que Deuteronomio tan bien describe- fue dada por Moisés, sin embargo, la gracia y la verdad nos han llegado a través de Jesús. Je...