VIDAS QUE VALGAN LA PENA. SERMÓN DEL MONTE 2
Hoy he leído únicamente Mateo 5:13-25. Es imposible leer más. El sermón del Monte está tan lleno de contenido que es preciso pararse, meditar y ver las implicaciones para la vida cotidiana. En un sentido es abrumador. Mi atención se ha centrado en ser sal y luz, algo tan conocido que tal vez ya ha perdido su fuerza y capacidad de impactar. Me ha hecho pensar en Jesús que no vino para salvar almas y llevarlas al cielo, únicamente, sino a transformar todo un universo que el pecado hizo inviable, a realizar una nueva creación, una nueva humanidad, un hombre nuevo. Y espera de sus discípulos, de sus seguidores una clara implicación con la miseria, el dolor, el sufrimiento, la lucha contra la maldad, el abuso, la injusticia, la opresión y todo aquello que el pecado ha traído a este mundo. Si pierde su sabor, afirma Jesús, no sirve para nada. Si la luz está escondida no sirve para nada. Somos llamados a traer a este mundo lo mismo que Jesús trajo, un sentido de esperanza, de posibilidad de u