2 PEDRO: ESFUERZO
Por lo mismo esforzaos al máximo en añadir a vuestra fe, la honradez; a la honradez, el recto criterio; al recto criterio, el dominio de sí mismo; al dominio de sí mismo, la constancia; a la constancia, la religiosidad sincera; a la religiosidad sincera, el afecto fraternal; al afecto fraternal, el amor ágape. (2 Pedro 1:5-7) En todo el capítulo primero de la segunda carta de Pedro la palabra clave es ¡ESFORZAOS! Una palabra que parece tabú en el cristianismo evangélico de nuestro tiempo. Un cristianismo que continúa promoviendo y esperando que una intervención milagrosa, un rayo caído del cielo nos transforme y desarrolle en nosotros un carácter cristocéntrico. Para ello iremos a tantos congresos como sean necesarios, invitaremos a tantos predicadores ungidos como sea necesario. Haremos todo lo que sea necesario menos ESFORZARNOS. Este cristianismo LOW COST no tiene nada que ver con lo que dice la Escritura. Lejos de las palabras de Jesús de tomar la cruz y seguirle cada día. O de l