ENCUENTROS CON JESÚS: FARISEOS Y HERODIANOS
Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Oyendo esto, se mara- villaron, y dejándole, se fueron. (Mateo 22:15-22) Uno de los problemas de acercarnos a Jesús es que somos totalmente transparentes ante Él, nos gus te o no. Es inútil que intentemos disimular nuestras auténticas motivaciones o razones, el Maestro las conoce perfectamente y no se dejará impresionar por nuestros posibles halagos o nuestra espiritualidad fingida. Por tanto, esto nos reta a plantearnos con qué motivación nos acercamos a Jesús y a analizar nuestro corazón y nuestras intenciones antes de venir a su presencia. Una vez allí, éstas serán puestas de mani- fiesto y no podremos ocultarlas o justificarlas. Por otro lado, también es cierto que el corazón del ser humano, tal y como dice la Escritura, es engaño-