JESÚS, NO HABÍA LUGAR

Y María dio a luz a su primogénito; lo envolvió en pañales y lo puso en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. (Lucas 2:7) Tiene que haber sido muy angustiosa la situación que José y María experimentaron. El viaje entre Nazaret y Belén en tiempo de Jesús duraba entre cuatro y seis días, dependiendo de las condiciones climatológicas y también la forma física de los viajeros. Altas temperaturas durante el día y bajas en las noches era la constante. Imaginemos a dos adolescentes llevando a cabo ese viaje con el estado físico de María al límite debido a la cercanía del parto. Es muy probable que las paradas para descansar tuvieran que ser continuadas y la incomodad de las jornadas, tanto si lo hicieron a pie, en un equino o en carreta, inmensa. Todo para llegar al destino final con los dolores de parto y sin poder encontrar un lugar donde alojarse. Todo tiene sentido, el estado de María hacía más lento su desplazamiento. Multitud de personas de...