ENCUENTROS CON JESÚS: UNA MUJER DE SAMARIA, NECESIDADES BÁSICAS
Todo el que bebe de este agua volverá a tener sed; en cambio, el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed sino que ese agua se convertirá en su interior en un manantial capaz de dar vida eterna. (Juan 4:1-26) Aquí podemos ver un contraste claro entre el agua que viene del exterior para calmar la sed; agua que debe ser tomada una vez tras otra porque la necesidad vuelve a aparecer, y el agua que nace desde nuestro interior que la calma de manera definitiva. Es evidente que el Maestro no esta hablando de agua ni sed material; se está refiriendo a la sed de sentido y significado que todos los seres humanos tenemos. Una sed que cada uno trata de calmarla como buenamente puede, sabe y le dejan. Una sed que inteligentemente es explotada por nuestra sociedad que, como bien sabemos, genera esperanzas y expectativas que no puede satisfacer. La mujer de Samaria intentó satisfacerla por medio de la relación de intimidad con los hombres (yo no apoyo la idea de que er