JESÚS/ AGRADAR AL PADRE/ MATEO 3:13-17

Y una voz, proveniente del cielo, decía: Este es mi hijo amado en quien me complazco (Mateo 3:17) Jesús recibió de parte del Padre el mejor elogio que podía escuchar, que su vida le complacía, le agradaba, le satisfacía. Por lo que conocemos del resto de la Escritura esto se debía a la obediencia del hijo a la voluntad de Dios. Nada complace tanto al Señor como nuestra obediencia nacida del amor, la única motivación correcta para obedecer. La aplicación sería poder escuchar del Padre las mismas palabras con relación a cada uno de nosotros. Poder sentir que el Señor afirma, Félix es mi hijo amado en quien me complazco. Vivir de tal manera que podamos experimentar la increíble sensación de saber que nuestra vida agrada a Dios y que se siente orgulloso de nosotros. ¿Difícil? No tanto como a primera vista pudiera parecer. Cuando vivimos como agentes de restauración reflejamos a Jesús y, consecuentemente, producimos la satisfacción del Padre. Cuando optamos por ...