PERSONAS EN PROCESO
¡El Señor llevará a feliz término su acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno; ¡No dejes incompleto lo que has emprendido! (Salmo 138:8) Una de las razones por las que me gusta tanto el Camino de Santiago es porque se trata de una buena metáfora de la vida cristiana. Lo importante no es la velocidad, lo importante es llegar a la meta y cada cual tiene su ritmo, su paso, su propia manera de hacer el camino. El fin de mi peregrinaje espiritual es poder ser más como Jesús. Esa es la obra que Dios ha comenzado en mi vida y que deseo que lleve a cabo. Se trata de que en mi manera de vivir, pensar, actuar y relacionarme Jesús pueda ser visible y real para otros. Me doy cuenta que no se trata de ser perfecto, sino de ir perfeccionándose, de ir permitiendo que día a día Dios moldee mi vida y carácter. Si no pierdo esto de vista me doy cuenta que todo, incluso las cosas negativas, contribuyen a este ir haciéndome similar a Jesús. Hasta de mi pecado Él puede sacar provecho. Percibo que soy u...