PORQUE.... (SALMO 30)
Señor, te alabaré porque me has salvado y no has dejado que mis enemigos se burlen de mí. (Salmo 30:2) David se tomó el tiempo para pensar, mirar su vida con cierta perspectiva y alabar al Señor porque lo había salvado y protegido de sus enemigos. Todos podríamos componer nuestro propio salmo que comenzaría, Señor, te alabaré porque... y todos podríamos completarlo mencionando todo aquello que Dios ha hecho por nosotros. El pensamiento de hoy es una invitación a llevarlo a cabo. Señor, te alabaré porque...