ME GUSTA EL VINO
Más vale, pues, que te abstengas de carne, de vino o de cualquier otra cosa, antes que poner a tu hermano en trance de pecar. La fe bien formada que tú tienes, reservada para tus relaciones personales con Dios. ¡Dichoso el que puede tomar una decisión sin angustias de conciencia! (Romanos 14:21-22) Me gusta el vino. Últimamente, no sé por qué, estoy apreciando más el blanco que el tinto o negro. Disfruto, sin embargo de ambos y doy gracias al Señor por estos pequeños placeres de la vida que me hacen disfrutarla más, especialmente, en compañía de buenos amigos o familia. Ahora bien, entiendo que mi libertad en Cristo puede, como dice el apóstol, generar problemas de conciencia a los hermanos que, en sus propias palabras, tienen la fe poco formada. Por tanto, no tengo ningún problema en ceder a lo que es legítimo por amor a ese hermano débil, especialmente, cuando estoy en su territorio, en su cultura, ya que muchas de estas cosas tienen que ver con los trasfondos culturales de los que