CANALES DE CONSUELO
Él es el que nos conforta en todos nuestros sufrimientos de manera que también nosotros podamos confortar a los que se hallan atribulados, gracias al consuelo que hemos recibido De Dios. (2 Corintios 1:4) Si algo he aprendido a lo largo de mi dilatada vida cristiana es que nosotros nunca somos los recipientes finales de las bendiciones de Dios. Somos simplemente canales para bendecir a otros con lo recibido, y cuando no lo hacemos así, corremos el peligro de convertirnos en ciénagas donde el agua se pudre. Vamos a verlo en este pasaje de Pablo que nos enseña varias cosas importantes: Primera, no hay lugar en las Escrituras donde se nos indique que el Señor nos librará del dolor -dimensión física- o del sufrimiento -dimensión emocional-. Dios no vende seguros de vida y salud; nosotros, sus seguidores, como cualquier mortal estamos expuestos al dolor, el sufrimiento, la enfermedad, los accidentes y la muerte. Segunda, si que hay la promesa de que en medio de todo ello estará presente ofr