PARÁBOLAS, ¡SORPRESA!

Portaos como el criado fiel e inteligente a quien su amo pone al frente de la servidumbre para que les tenga la comida dispuesta a su hora. ¡Feliz aquel criado a quien su amo, al llegar, encuentre cumpliendo con su deber! Os aseguro que le confiará el cuidado de toda su hacienda. Pero si otro mal criado piensa en su interior: “Mi señor se retrasa” y comienza a maltratar a sus compañeros y se junta a comer y beber con borrachos, un día, cuando menos lo espere, llegará de improviso su señor. Entonces lo castigará severamente dándole un lugar entre los hipócritas. Allí llorará y le rechinarán los dientes. (Mateo 24:45-51) Esta parábola, como la anterior, pone énfasis en la necesidad e importancia de una actitud vigilante ante la venida del Señor. Se contraponen dos actitudes muy diferentes, la fidelidad y la negligencia en el servicio. La diferencia entre el primero y el segundo de los criados radica ...