OBRAS SON AMORES (SALMO 73)

¿A quién sino a ti tengo en el cielo? A tu lado no me agrada ya la tierra. (Salmo 73:25) Aquí acaban las meditaciones sobre el salmo 73. Asaf pasó por un proceso de verse desbordado por la realidad, plantearse si valía la pena seguir a Dios, refinar su perspectiva con Él y, finalmente, hacer la afirmación reproducida al principio de esta publicación. ¡Qué frase tan bonita! Sin duda todos podríamos decir amen a la misma. Incluso, como yo la tengo, subrayarla en nuestras Biblias conscientes de su valor. Ahora bien, ¿es esto cierto más allá del plano meramente intelectual? ¿Cómo sabemos que realmente en comparación con Dios nada nos agrada en la tierra? Mi formación como docente me ha enseñado que la única manera de saber si algo está integrado en la vida de un estudiante es por medio de las conductas que lo hacen evidente. No es inusual llevar a cabo formaciones y hacer exámenes para ver el nivel de conocimiento que han adquirido los participantes. Es habitual que la mayo...