SALMO 69/ CANSADO
Oh Dios, sálvame, que estoy con el agua al cuello, que me hundo en un profundo cenagal y no tengo donde apoyar el pie; me encuentro en el seno de las aguas y me arrastra la corriente. Estoy cansado de gritar, tengo seca la garganta. (Salmo 69:1-4) ¡Que brutal honestidad la que David tiene con el Señor! ¡Qué descripción tan gráfica de alguien que se siente abrumado por las circunstancias, llevado por la vida sin poder tener ningún control sobre la misma! Al leerlo, al margen de los ecos en mi vida personal que el salmo genera, no he podido dejar de pensar en los sentimientos que debió experimentar Jesús cuando grito "Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado". Veo que son muchos los grandes personajes de la Biblia que en un momento u otro de su existencia han experimentado este sentimiento de abandono por parte de Dios. Quiero recalcar y enfatizar la idea de sentir el abandono, que es algo totalmente diferente a estar abandonado. Porque en momentos como los q