SALMO 119. VEN EN BUSCA MIA

Lleguen mis gritos, Señor, a tu presencia; ¡Dame entendimiento conforme a tu palabra! Llegue mi oración a tu presencia; ¡Líbrame, conforme a tu promesa! Brote de mis labios la alabanza, pues tú me has enseñado tus leyes. Entonen mis labios un canto a tu promesa, porque todos tus mandamientos son justos. Esté lista tu mano a prestarme ayuda, porque he preferido tus preceptos. Señor, ¡deseo que me salves, y me siento feliz con tu enseñanza! Quiero vivir para alabarte; que tu justicia me ayude. Me he extraviado como una oveja, ¡Ven en busca mía, pues no me he olvidado de tus mandamientos. He llegado al final del salmo 119. Ha sido una experiencia difícil de definir porque nunca me había entretenido tanto en mirar en profundidas este poema, el capítulo más largo de la Biblia. Doy gracias a Dios por todo lo aprendido. Algunos días han sido más desafiántes y motivadores que otros. Ha habido ocasiones en que las palabras me han parecido repetitivas pero, así es la vida y la dieta alimentaria,...