CUARESMA, DÍA 4
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy os- curo, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. —Marcos 1:35 Los momentos con el Padre, los tiempos de oración, meditación y reflexión eran básicos, fundamentales en la vida de Jesús. Una rápida, aunque sea superficial, lectura de los evangelios nos revelará muchos episodios similares al aquí reproducido. Jesús, no sola- mente tenía esos tiempos, sino que además era intencional en buscarlos y celoso en pro- tegerlos de injerencias externas aunque, como vemos en la Biblia, no siempre tuvo éxito debido a la presión de las masas y sus necesidades. Un lugar desierto y temprano en la mañana. El pasaje nos muestra el dónde y cuándo Jesús tenía sus momentos de reflexión. Cada uno de nosotros somos diferentes, únicos y singulares. Para mí funciona la primera hora del día y el caminar y caminar mientras re- flexiono. Para otros eso es totalmente inconcebible y necesitan la quietud y el silencio de su habitació