JESÚS/ REIRSE DE JESÚS/ MATEO 9:18-25
Al oír esto, todos se rieron de Jesús. (Mateo 9:25) ¿Por qué se rieron de Jesús? ¿No sabían quién era el Maestro? ¿No habían oído hablar de su fama, la que probablemente llevó al padre de la niña a buscarlo para que la sanara? ¿Les parecieron ridículas, carentes de lógica y sentido común las palabras que pronunció? ¿Eran demasiado racionales para procesar lo que estaba sucediendo? Podría seguir con la lista especulativa de preguntas y no llegaría a ningún lugar. Lo único cierto es que lo que afirma Jesús entra en conflicto con lo que aquellas personas experimentaban y, siempre que hay una disonancia intelectual, es necesario suavizarla y ellos lo hacen riéndose del Maestro. Esto me ha llevado a preguntarme con cuánta frecuencia me río de Jesús. Lo hago cada vez que considero que lo que enseña su Palabra es demasiado radical, demasiado ingenuo, demasiado descontextualizado, demasiado... Lo hago cada vez que considero que yo sé mejor cómo manejar mi propia vida y