EL BAUTISMO DE JESÚS
Acabo de leer los últimos versículos del capítulo tres del evangelio de Mateo. Describen el bautismo de Jesús, un pasaje bien conocido en el que se menciona la aparición de la Trinidad, con el Espíritu Santo descendiendo sobre Jesús y el Padre mencionando su complaciencia en el Hijo. La verdad es que algo tan conocido que a pesar de haberlo leído varias veces me costaba encontrar algo que fuera ¡ Impactante ! y me doy cuenta que aquello que más ha desafiado mi corazón es ese detalle descrito al final del episodio en que, como mencionaba antes, el Padre muestra su complaciencia con el hijo. Me pregunto si el Padre se siente complacido conmigo. Ya soy consciente de que nunca daré la talla, que Él es santo y perfecto, pero no me refiero a eso, me refiero, más bien, al hecho de que cuando Dios me mira y evalúa be en mi progreso, ve en mi cambio, ve en mi el deseo de crecer y ser diferente y, todo eso, le complace.