PROFETAS Y REYES / SAMUEL 5, DISPUESTO
¡Samuel! ¡Samuel! y él respondió: Habla que tu servidor escucha. (1 Samuel 1:10) ¿Cómo pues distinguir entre tantas voces la del Señor? Aquí nos encontramos con un principio súper importante, la disponibilidad, el deseo de escuchar a Dios. No creo que el Padre vaya a hablarle a nadie que no tenga esa voluntad de escucharle, no va a perder el tiempo en hablar a aquel que no quiere escuchar para llevar a cabo su voluntad. ¿Quieres oír la voz del Padre para obedecerle?; no dudes que te hablara, es su promesa. Podrá costar más o menos discernirla, pero lo harás, es su compromiso contigo. Pero es importante entender que hay dos voluntades de Dios: la moral y la específica. La primera está revelada claramente en su Palabra. Por medio de ella el Padre nos da un montón de información acerca de qué espera de nosotros y cómo debemos vivir. Dios nos habla primariamente, aunque no exclusivamente, por medio de ella. La Palabra es el primer y necesario paso para poder acceder a entender la voluntad