ÉXODO PARTE I/LA SALIDA DE EGIPTO/CAPÍTULO 2

Desde la esclavitud sus gritos de dolor llegaron hasta Dios que, oyendo su gemido, se acordó de la alianza que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. El dolor -la dimensión física-, el sufrimiento -la dimensión emocional- y el silencio de Dios son cosas que siempre han sido difíciles de comprender para los seres humanos incluidos los seguidores de Jesús. No estamos hechos para el dolor ni el sufrimiento. No forman parte del diseño original del Señor para la vida humana es, más bien, uno de los resultados del pecado, de nuestro deseo de vivir al margen de Él. Consecuentemente, nunca nos acostumbramos al mismo, nunca lo acabamos de aceptar totalmente y, en muchísimas ocasiones, aunque sea consecuencia directa de nuestras propias acciones nos parece injusto ¡Cuánto más si no es infringido por otras personas o por circunstancias ajenas! Como preocupación genuina o como excusa propicia, el dolor y el sufrimiento hacen que muchas personas se alejen de Dios o no se acerquen a ...