CONSUELO
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios que siempre consuela. Él es el que nos conforta en todos nuestros sufrimientos de manera que también nosotros podamos confortar a los que se hallan atribulados, gracias al consuelo que hemos recibido de Dios. Porque, si bien es cierto que como cristianos no nos faltan sufrimientos, no lo es menos que Cristo nos colma de consuelo. (2 Corintios 1:3-5) No deja de sorprenderme cómo un párrafo tan corto puede transmitirnos tanta sabiduría práctica para la vida cotidiana. Hay una primera afirmación del apóstol que es fundamental y rompe muchos mitos acerca de la vida cristiana: "Como cristianos no nos faltan sufrimientos". Es una mentira afirmar que aquel que sigue a Jesús irá de victoria en victoria, sin problemas, dolor o sufrimiento y recibiendo bendición tras bendición, especialmente de índole material. Cuando esta falsedad de instala en nuestras mentes viene el desánimo e incluso