CUARESMA, DÍA 12
Unos confían en sus carros, otros en sus caballos, nosotros invocamos al Señor nuestro Dios. Ellos se doblegan y caen, nosotros permanecemos en pie. —Salmo 20:7-8 Puedo estar equivocado, pero pienso que la búsqueda de seguridad es una de las cosas que nos preocupa a todas las personas, sin duda en distinto grado y también con dife- rente intensidad según las épocas y circunstancias de la vida. Todos nosotros gastamos una gran cantidad de energía mental, física, emocional y me atrevería a decir también espiritual en intentar tener bajo control cuantas más áreas o factores de nuestra vida como nos sean posible. Esta necesidad de control va vinculada a una necesidad aún más profunda, la de segu- ridad. Me atrevería a decir que control y seguridad van unidas de la mano por la calle o que son dos partes de la misma realidad, dos caras de la misma moneda. Cuando nos proyectamos en el futuro podemos ver -salvo que provengamos de una familia millo- naria- una gran cantidad de