SALMO 119. DAME VIDA
Mirá mi aflicción y líbrame, pues no me he olvidado de tu enseñanza. Defiende mi caso y rescátame; ¡dame vida, conforme a tu promesa! Tu ayuda esté lejos de los malvados, porque no siguenn tus leyes. Señor, es muy grande tu ternura; dame vida conforme a tu justicia. Muchos son mis enemigos y opresores, pero yo no me aparto de tus mandatos. No soporto a los traidores, a los que no obedecen tus mandamientos. Señor, mira como amo tus preceptos; ¡dame vida por tu amor! En tu palabra se resume la verdad; eternos y justos son tods tus decretos. Leyendo las palabras de esta estrofa he visto y, consecuentemente, me ha llamado la atención que por tres veces el escritor, el poeta, el salmista, le pide a Dios que le de vida. Recorde en mi mente que los griegos tenían dos palabras que usaban para definir o hablar acerca de la vida. La primera era "bios" y se refería a la vida en su sentido físico o fisiológico, las funciones vitales que nos permiten vivir a los seres humanos. La otra pa