SALMO 119. M. MEDITAR
¡Cómo amo tu voluntad!, la medito todo el día. Tus mandatos me hacen más hábil que mis enemigos, siempre van conmigo. Soy más sagaz que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. Soy más sabio que los ancianos, ya que observo tus decretos. Alejo mis pies de toda senda mala, para observar tu palabra. No me aparto de tus mandamientos porque tú me has instruido. ¡Qué dulce es tu promesa al paladar, más que la miel a la boca! Reflexiono sobre tus decretos, por eso odio toda senda falsa. Meditar, según el diccionario, es aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo. Consiste en darle vuelta y vuelta al objeto de nuestra meditación. Penetrar las diferentes capas de significado que puedan existir. Considerar el foco de nuestra meditación desde diferentes perspectivas a fin de poder tener una idea más veraz y completa. En una sociedad caracterizada por la superficialidad la meditación es un lujo que pocos están dispuestos a cultivar. Preferimos quedarnos con nu...