JONÁS/ EL PRIMER ENFADO DE JONÁS/ JONÁS 3
¡Oh Señor! ¿Acaso no era esto lo que yo me decía mientras estaba en mi tierra? Por eso me apresuré a huir hacia Tarsis, porque yo sabía que tú eres un Dios benévolo y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor; yo sabía que te retractas del castigo. Así, pues, Señor te ruego que me quites la vida, porque prefiero morir a vivir. El Señor contestó a Jonás: ¿Piensas que haces bien en enojarte de esta manera? (Jonás 3: 2-4) Jonás, según sus propias palabras, es un buen conocedor del carácter de Dios y precisamente por eso se enfada. El profeta describe correctamente al Señor, benévolo, compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y pronto para retractarse cuando hay arrepentimiento. Sin embargo, tristemente eso no le agradaba a Jonás. Todo parece indicar que él deseaba la muerte y destrucción de la gente de Nínive y no podía soportar el hecho de que fueran perdonados por Dios. Su irritación y frustración por la actuación del Señor es tan grande que el mismo Dios ti