Estremécete , tierra, ante el Señor, en presencia del Dios de Jacob , que transforma la roca en estanques, en fuente el pedernal. Un breve salmo que narra la salida del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y su entrada y posesión de la tierra prometida. El salmo salta de una realidad, Egipto , a la otra, la tierra de Canaán , sin entretenerse en narrar los años y años por el desierto. Mi atención se ha centrado en el párrafo reproducido al comienzo de esta entrada, Dios transforma la aridez en vida. Todos nosotros desearíamos que Dios quitara de nuestras vidas las crisis, los problemas, el sufrimiento, la necesidad y tantas y tantas cosas que nos abruman, oprimen y abaten. Forman parte de la vida de cualquier persona y dudo que Él vaya a suprimirlas. Si las quitara, nos privaría de las oportunidades para desarrollarnos. Sin embargo, he pensado acerca de la capacidad que Dios tiene de volver esas situaciones y experiencias áridas de nuestra experiencia humana en fuente de vida