RAQUEL/ INSATISFACCIÓN / GÉNESIS 30
Cuando Raquel vio que no podía dar hijos a Jacob tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: -Dame hijos, porque si no me muero. Pero Jacob se enojó mucho con ella y le dijo: -¿Crees acaso que yo soy Dios? Él es quien te ha impedido tener hijos (Génesis 30:1-2) Cuando miro a estas dos hermanas, Lea y Raquel, veo la universal sensación de insatisfacción que caracteriza al ser humano. Lea, como vi en el capítulo anterior, no era amada por su esposo y, además, se sentía menospreciada por él. Su hermana tenía lo que ella aspiraba a tener, hermosura, belleza, y eso le hacía sentir insatisfecha y experimentar un vacío y centrarse en sus carencias y no en aquello que tenía, es decir, varios hijos. Ella tuvo que aprender a centrarse y estar agradecida por aquello que tenía y no poner su enfoque emocional en aquello de lo que carecía. La situación era similar con su hermana que, tal y como indica el texto, sentía envidia de Lea y un profundo sentido de insatisfacción con su vid