SALMO 39. CADUCIDAD
Señor, indícame mi fin y cuántos van a ser mis días para que comprenda cuán caduco soy. Me concediste, unos palmos de vida, mis días son como nada ante ti; El hombre no dura más que un soplo, es como una sombra que pasa; sólo un soplo son las riquezas que acumula, sin saber quién será su heredero. Entonces Señor, ¿Qué espero? Mi esperanza está en ti. Este salmo me ha parecido raro por la forma en que evolucionan los pensamientos del salmista. Estos oscilan entre la declaración de esperanza en el Señor y una actitud de rebeldía delante del dolor, la enfermedad y la finitud de la vida. Sorprendente aunque no nueva, esta actitud la encontramos también en Job y su deseo de que Dios lo deje en paz y en algunos de los profetas que no acaban de entender la forma en que el Señor actúa. A mí me ha hecho pensar que la vida de acaba y eso provoca una reflexión acerca de qué hago, cómo vivo y hacia dónde me encamino. Creo que este salmo se lee de forma diferente en diferentes etapas de la vida....