DESARROLLA UNA REGLA DE VIDA 2
De madrugada, antes de amanecer, Jesús se levantó y, saliendo de la ciudad, se dirigió a un lugar apartado a orar. (Marcos 1:35) El segundo de de los ejemplos que me motivo para tener una regla de vida es nuestro Maestro, Jesús. Una rápida lectura de los evangelios nos mostrará que había ciertos hábitos espirituales que también estaban fuertemente arrai gados en su vida. El ayuno, el retiro personal a solas al desierto, la oración temprana en la mañana, la práctica intencional y proactiva del bien, el profundo conocimiento de la Palabra de Dios. Un tercer ejemplo sería el apóstol Pablo. Escribiendo a los corintios, en su primera carta (9:24-27), el apóstol habla acerca de la vida disciplinada del atleta, de los hábitos que ha de desarrollar a fin de poder conseguir el premio que desea. En paralelo, afirma, que el seguidor de Jesús debería de tener esa misma disciplina y hábitos que le permitan con seguir un premio mucho más sublime, según mi entender, que Jesús sea evidente en