1 CORINTIOS /LA DINÁMICA DEL CRECIMIENTO 2 / 1 CORINTIOS 3: 5-15
Y entre el oficio de plantar o el de regar no hay diferencia, si bien cada uno recibirá el salario en proporción a su trabajo. Nosotros somos colaboradores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, la casa que Dios edifica. (1 Corintios 3: 8-9) Si hablamos del crecimiento espiritual de las personas ya ha quedado sentado que es el Señor quien produce el crecimiento y que esto es algo que está más allá de nuestro alcance. Establecida esta base, la pregunta siguiente sería ¿Qué colaboración con Dios es más significativa, cuál es más importante? A los ojos humanos, de la sociedad e incluso del ministerio, tenemos diferentes categorías. Dicho de otro modo, hay ministerios que son más valorados, más apreciados, más reconocidos y tenidos en más alta estima porque, erróneamente o no, consideramos que producen un mayor impacto en el trabajo con las personas. Es normal. Lo es, pero no es bíblico. La Biblia no es acerca de normalidad sino de paradigmas diferentes. Lo que