BREVE CURSO DE FELICIDAD, 9
Estamos seguros, además, de que todo colabora al bien de los que aman a Dios. (Romanos 8:28) Resumimos que la felicidad desde la perspectiva bíblica consiste en ser la mejor versión posible de nosotros (la que Dios tenía en mente cuando nos creó) y hacer una contribución única y singular al Reino de Dios (para la cual también nos ha dotado). Como un buen alfarero el Señor utiliza todas las circunstancias y situaciones de la vida para cumplir ese doble propósito en nosotros. Todo, absolutamente todo, puede ser usado por Él para nuestro bien, realización y felicidad. Este pasaje merece una explicación. En primer lugar, todo lo que nos sucede en la vida, especialmente las cosas negativas, no son, en ningún modo enviadas por Dios. En ocasiones sufrimos simplemente porque somos seres humanos y el dolor -la dimensión física- y el sufrimiento -la dimensión emocional- son consustanciales e inseparables de la condición humana. Los experimentan por igual creyentes y no creyentes. En otras, exp