TEN PIEDAD (SALMO 123)
Apiádate, Señor, apiádate de nosotros. (Salmo 123:3) Apiadarse es el sentimiento de pena por aquellos que sufren que mueve a la acción para ayudarles. No es un sentimiento o actitud pasiva, antes al contrario, impulsa al piadoso para tratar, en la medida de lo posible, de aliviar esa situación. Hoy, al leer el salmo, pensaba en tantos colectivos humanos cuya única esperanza radica en el Señor porque no pueden esperar piedad de otras personas, sin duda, no de aquellos que les están infringiendo dolor y sufrimiento. Pensaba también en todos aquellos que han sido privados de la voz para poder pedir piedad y, al mismo tiempo, en el mandato bíblico de levantar una voz en favor de aquellos que no tienen voz. Por los migrantes que son traficamos por las mafias ¡Señor ten piedad! Por las mujeres que sufren violencia doméstica ¡Señor ten piedad! Por los menores que sufren abusos físicos, sexuales, emocionales ¡Señor ten piedad! Por los desplazados a causa de las guerras y la violencia ¡Se