ENTONCES, ¿CÓMO ESCOJO MI PAREJA?
Dios ha delimitado, como vimos ayer, el terreno de juego -que sea del Señor la persona con la que decidas tener un proyecto de vida-. Dentro de esos límites tienes total libertad para escoger, pero, cuanto mejor conozcas al Dios de la Biblia mejores y mayores criterios tendrás para hacer una elección correcta. Ya hemos visto que un primer criterio es que comparta la fe contigo. Será muy difícil armar un proyecto de vida cuando el Señor no es el centro de las personas y, por ende, de la relación. No obstante, ser cristiano no garantiza nada. Por ejemplo, no es el conocimiento sobre la importancia del perdón -básico en una relación de pareja- lo que ayudará a construir, sino la práctica del mismo, y esto, con frecuencia es doloroso. El profeta Amós habla acerca de la dificultad de que dos personas anden juntas si no están de acuerdo. ¿Qué proyecto de vida quiere desarrollar la otra persona? ¿Qué prioridades tienes? ¿Cuáles son sus valores? ¿Son compatibles ambos proyectos, pueden combi