PABLO A LOS ROMANOS ESTUDIO 7: CULPABLES
La misión de la Ley era hacernos conscientes del pecado. Hay multitud de pruebas médicas que tienen como finalidad poner de manifiesto la existencia de una enfermedad. Las pruebas no son responsables de la patología, no la producen ni la generan, únicamente la sacan a la superficie, permite que podamos identificarla y, consecuentemente, podamos afrontarla y tratarla. El pecado, en su esencia, es una actitud. Una actitud de rebelión, de independencia, de vivir al margen de Dios, de espaldas a Él. Precisamente debido a que se trata de un problema de corazón y no de la conducta puede pasar desapercibido para muchos de nosotros. El exterior, lo que otros ven, está bien aunque el interior, donde anida el pecado, esté totalmente corrupto. Esa es, precisamente, la finalidad de la Ley, poner de manifiesto que existe un problema interno de rebelión e independencia con respecto a Dios. La Ley no crea el pecado, simplemente lo pone de manifiesto al hacer notorio nuestra flagran