EL FIN DE UNA NACIÓN

He acabado el segundo libro de los Reyes. En los capítulos finales se relata la breve reforma religiosa llevada a cabo por Josías, el hallazgo del libro de la ley, la celebración de la Pascual y la eliminación de todos los cultos, ídolos y santuarios paganos. Josías es alabado por el escritor del libro como un gran rey que reconoció y anduvo en los caminos del Señor. A pesar del gran ejemplo que supuso para el pueblo no hubo continuidad. De nuevo me sorprende como todos sus sucesores, miembros de la misma familia, se apartaron de forma tan drástica y notable de los buenos caminos seguidos por su antecesor. El autor del libro indica en varias ocasiones el enfado del Señor al respecto. Me resulta realmente sorprendente la actitud del pueblo de Judá. Ellos conocían al verdadero Dios, tenían profetas que les amonestaban para no caer en el error, habían experimentado en sobradas ocasiones la intervención de Dios en la historia de la nación y, a pesar de todo, hicieron lo que ni si...