EL DEFENSOR

No maltrates al inmigrante ni abuses de él, porque también vosotros fuisteis extranjeros en Egipto. No hagas daño al huérfano ni a la viuda porque, si se lo haces, ellos clamarán a mí y yo los atenderé. Mi ira se encenderá contra vosotros y haré que muráis a espada. Entonces serán vuestras mujeres y vuestros hijos quienes se quedarán viudas y huérfanos. (Éxodo 22:20-23) En el Antiguo Testamento este tipo de personas, de seres humanos, representan a los vulnerables de la sociedad, aquellos que, por la carencia de leyes o una estructura social de apoyo podían ser dañados y abusados física o emocionalmente. Esta expresión, el huérfano, la viuda, el pobre y el emigrante, ha venido a englobar a todos aquellos que están en los márgenes del sistema y que, por tanto, son o pueden ser fácilmente abusados o la sociedad puede desentenderse de ellos. Sin embargo, no deja de ser significativo que Dios se declara en las Escrituras el defensor de todas estas persona...