CEREBROS 2
Nada hay más engañoso que el corazón; no tiene remedio, ¿quién lo conoce? (Jeremías 17:9) Otro de los "cerebros", es decir de las partes de nuestro cuerpo que tienen la capacidad de recibir información, procesarla y enviarnos retroalimentación es el corazón. Así como las entrañas estaban vinculadas con la protección de nuestro proyecto vital y se encargaban de enviar señales de alerta, el corazón está preocupado con nuestro auténtico yo, con nuestra identidad, con nuestro ser. En el corazón, según siempre la ciencia, residirían nuestros valores, nuestra auténtica identidad y cuando algo entra en contradicción con ese auténtico yo, el corazón nos envía retroalimentación generando ese estado de inquietud, ansiedad, estrés, etc., que es el resultado de nuestro deseo de actuar o dejar de hacerlo de una manera que es totalmente inconsistente con nuestro yo real, auténtico y genuino. No en vano la Biblia nos enseña que, ante todo y sobre todo, cuidemos el corazón