ROMANOS/ TODO HOMBRE NECESITA LA SALVACIÓN DE DIOS, NO HAY UN SÓLO INOCENTE
Nadie, por tanto, tendrá derecho a hablar y el mundo entero ha de reconocerse culpable ante Dios. A nadie, en efecto, restablecerá Dios en su amistad por la observancia de la ley, pues la misión de la ley es hacernos conscientes del pecado. (Romanos 3:19:20) Con los versículos 9 al 20 del capítulo 3 Pablo cierra la primera gran división de su epístola: "Todo hombre necesita la salvación de Dios". Estos versículos sirven como conclusión o colofón de todo aquello que el apóstol ha desarrollado hasta aquí. Hay dos ideas que vale la pena destacar: La primera es que no hay un sólo ser humano inocente. Pablo trató de desmontar usando el estilo de diatriba todas las posibles objeciones provenientes tanto de moralistas, como de judíos y no judíos. El apóstol indica que tus propios criterios servirán de base para un juicio justo. Si conocías la ley, está te juzgará. Si carecías de conocimiento de la misma, tu propia conciencia y la ley natural serán la base de tu juic