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Mostrando entradas de agosto 30, 2010

SALMO 14. EL NECIO Y EL SENSATO

Piensa el necio en su interior: Dios no existe. El Señor se asoma desde el cielo hacia los hijos de Adán para ver si hay alguno sensato, alguien que busque a Dios. Este salmo contrapone dos tipos de personas, el necio y el sensato. Esta tipología se repite una y otra vez, no sólo en los salmos, también en los otros libros llamados sapienciales, es decir, Proverbios, Job y Eclesiastés. El necio niega en su corazón la existencia de Dios y, por tanto, organiza todo su proyecto vital en base a este axioma. No tiene pues ningún problema en practicar el mal -pues ignora el carácter santo de Dios- ni la injustcia -pues igualmente ignora el carácter justo del Señor. El sensato, sabio según otras versiones, contrariamente busca a Dios y ordena su estilo y proyecto personal en base a este axioma opuesto y contrario al del necio. Tristemente, el salmista habla de la escasez de sabios en este mundo. Al leer el salmo pensaba en mi propia vida, ya que es fácil pensar en la de los demás y, tal y como