SALMO 119. H. HASTA EL FINAL
Muéstrame , Señor, el camino de tus estatutos y lo seguiré hasta el final. Enséñame a cumplir tu voluntad y a observarla de todo corazón. Encamíname por la senda de tus mandatos, porque en ella me deleito. Inclina mi corazón hacia tus preceptos y no a ganacias injustas. No dejes que mis ojos se fijen en la mentira, reanimame en tu camino. Mantén a tu siervo la promesa porque te reverencio de verdad. Aleja el ultraje que me aterra; pues tus mandamientos son buenos. Mira como deseo tus decretos; con tu justicia dame vida. Como las precedentes y como las siguientes, esta estrofa se centra en la importancia de la palabra de Dios en la vida del seguidor de Jesús. Mi vista, nada más comenzar a pensar, se ha ido a las primeras líneas de la estrofa y a la expresión, seguir hasta el final. Me ha hecho meditar acerca de lo fácil que es comenzar y lo complicado que es acabar y, además, acabar bien. La Biblia está llena de personajes que después de un buen comienzo acabaron mal. Estoy conv...