ROMANOS/ POR QUÉ AÚN SOY CRISTIANO/ ROMANOS 7:7-13
¿Querrá todo esto decir que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Claro que, sin la ley, yo no habría experimentado el pecado. Por ejemplo, yo ignoraba lo que es tener malos deseos, hasta que vino la ley y dijo: No tengas malos deseos. Fue el pecado quien aprovechando la ocasión que le proporcionaba el mandamiento despertó en mí toda clase de malos deseos: sin la ley el pecado sería ineficaz. (Romanos 7:7-8) Cuando miro a mi alrededor me sorprendo del mundo en el que me ha tocado vivir con tanta injusticia, dolor, corrupción, abusos de todo tipo, pobreza, discriminación, marginación, etc. Puedo entender que algunas personas simplemente se anestesien para no tener que hacerse preguntas acerca del porqué de todo eso. Al no hacerlo pueden ignorar la realidad e intentar protegerse de ella. Lamentablemente, yo no puedo dejar de pensar que este mundo no es ni por asomo el que mi Dios creó. Pero también me sucede cuando me miro a mí mismo. No siempre me es fácil vivir conmigo mi