FÉLIX (SALMO 128)
Feliz quien venera al Señor, quien marcha por sus caminos. (Salmo 128:1) No, no me he equivocado al poner el título a esta entrada. El pasaje me ha hecho pensar en mi nombre, Félix, que en latín significa feliz. Nunca he podido averiguar por qué mis padres, ya fallecidos, me pusieron este nombre. ¿Fue una premonición? porque realmente soy una persona feliz. Los hebreos en tiempos bíblicos consideraban que el nombre de una persona expresaba su carácter, su ser más intimo. Jesús, Salvador. No puedo afirmar que mi nombre haya hecho el tipo de persona que soy; pero si puedo afirmar que ha sido el conocer a Dios quien me ha hecho feliz. Andar en sus caminos, con todas mis inconsistencias, ha hecho que tenga la capacidad de disfrutar de la vida y de lo bueno y no tan bueno que ella conlleva. Feliz porque me está ayudando día a día a ser más parecido a Jesús ¡Y cuánto queda aún! Feliz porque me ha dado un sentido de propósito y misión. Feliz por sentirme amado y aceptado incondicionalmente