LUGARES SAGRADOS

Dios le dijo: no te acerques; quítate las sandalias porque estás pisando un lugar sagrado. (Éxodo 3:5) Como podemos ver la necesidad del ser humano de tener lugares sagrados viene de lejos. Los encuentros de Abraham y Jacob con el Señor marcaron aquellos lugares donde tuvieron lugar como especiales. Ahora, vemos que el monte Sinaí u Horeb, entra en juego y la presencia de Dios quedará identificada con esa montaña. Más adelante será el tabernáculo y posteriormente el templo de Jerusalén. Un Dios omnisciente, omnipresente y omnipotente se escapa de nuestras débiles mentes; no es más fácil reducirlo a un lugar. La venida de Jesús cambia las cosas de forma totalmente radical. En primer lugar, porque la divinidad toma la iniciativa de acercarse a nosotros, hacerse como uno de nosotros, vivir nuestra propia experiencia e identificarse con ella. En segundo lugar, porque después de su partida la divinidad toma la decisión de vivir en nosotros de forma mística por medi...