PROVERBIOS 21: BALANZA

Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones. Mi experiencia personal me indica que siempre puedo encontrar razones para justificar mi acciones y mis omisiones ¡Siempre! Puedo forjar un elaborado discurso que haga razonable a mis ojos y, naturalmente, a los ojos de los demás cualquier acción y cualquier omisión. La creatividad de mi corazón en este sentido no tiene límites y con el paso de los años se ha ido refinando este proceso. Al escribir estas palabras vienen a mi mente las palabras del profeta Jeremías, engañoso es el corazón del ser humano. Tal vez el engaño más peligroso de todos el que llevamos a cabo con nosotros mismos, es decir, cuando nos engañamos a nosotros mismos. Es el que produce más oscuridad y menos posibilidades de cambio es, en definitiva, el que debemos de evitar a cualquier precio. Por eso es tan importante la segunda parte de este fragmento del manual para la vida, pero es Dios quien pesa los corazones. ...