PAZ EN TIEMPO DE CRISIS
Nos ha tocado vivir en un tiempo de crisis.
Las cifras del desempleo no paran de subir, España ya ha sobrepasado los tres millones de desempleados y se espera que a finales de este año podamos llegar a los cuatro millones.
Cuando escuchar las noticias en la televisión o en la radio una y otra vez se habla de la cantidad empresas que están cerrando, presentan suspensión de pagos y expedientes de regulación. A ciencia cierta nadie sabe cuándo las cosas mejorarán si es que llegán a mejorar.
La inmensa mayoría de los mortales nos enfrentamos a un futuro incierto en que no sabemos qué pasará con nuestra vida, nuestro trabajo, nuestros ingresos, nuestro destino. La ansiedad y angustia que eso puede crear es tremenda.
Por eso, hoy leía la Palabra de Dios, y concretamente el salmo cuatro, versículo 9 y las palabras del salmista, inspiradas por Dios me han resultado de gran consuelo, paz y seguridad:
En paz me acuesto y al instante me duermo porque sólo tú, Señor, me haces vivir tranquilo.
Mi confianza y mi paz vienen de saber que mi vida no está en manos del azar, las convulsiones del mercado, los movimientos especuladores o cualquier otra fuerza incontrolable e incomprensibles, antes al contrario, está en las manos del Dios que ha creado y controla el universo.
Cuando escuchar las noticias en la televisión o en la radio una y otra vez se habla de la cantidad empresas que están cerrando, presentan suspensión de pagos y expedientes de regulación. A ciencia cierta nadie sabe cuándo las cosas mejorarán si es que llegán a mejorar.
La inmensa mayoría de los mortales nos enfrentamos a un futuro incierto en que no sabemos qué pasará con nuestra vida, nuestro trabajo, nuestros ingresos, nuestro destino. La ansiedad y angustia que eso puede crear es tremenda.
Por eso, hoy leía la Palabra de Dios, y concretamente el salmo cuatro, versículo 9 y las palabras del salmista, inspiradas por Dios me han resultado de gran consuelo, paz y seguridad:
En paz me acuesto y al instante me duermo porque sólo tú, Señor, me haces vivir tranquilo.
Mi confianza y mi paz vienen de saber que mi vida no está en manos del azar, las convulsiones del mercado, los movimientos especuladores o cualquier otra fuerza incontrolable e incomprensibles, antes al contrario, está en las manos del Dios que ha creado y controla el universo.
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