QUE DIOS ESTÉ CONTIGO

solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés. (Josué 1: 17)

Hay dos cosas que todo líder necesita: carácter y competencia. Ambas son necesarias para guiar a otros y no se puede ser efectivo si falta alguna de ellas. Por competencia entiendo los conocimientos y habilidades necesarias para poder llevar a cabo su función y dirigir bien a las personas. Toma de decisiones, capacidad para desarrollar personas, comprensión de los sistemas en los que actualmente, resolución de conflictos, pensamiento estratégico y otras muchas que se podrían añadir. 

Por carácter entiendo la fibra moral del líder, en qué manera en su forma de pensar y de vivir refleja el mismo carácter de Jesús, el Maestro. Los frutos del Espíritu serían otra evidencia de que el líder, el que dirige, tiene el carácter necesario para hacerlo. En mi experiencia he visto líderes con mucha competencia y poco carácter. También los he visto con mucho carácter y poca competencia. En ambos casos ha sufrido el líder y las personas que tenía bajo su responsabilidad.

Las competencias se pueden adquirir por medio de la capacitación. Hasta cierto punto son rápidas en su adquisición. No pasa lo mismo con el carácter; este sólo se desarrolla con tiempo de relación con el Señor. Es un proceso que no puede ser acelerado. En el pasaje que encabeza esta entrada vemos que el pueblo de Israel acepta el liderazgo de Josué pero, le pone una condición, que Dios esté con él como lo estuvo con Moisés. Que Dios esté con él es la condición que habría que exigirle a todo líder.